P. Gustavo Morelos
EL ARZOBISPO DE JALAPA Y GARABANDAL
El P. Gustavo Morelos fue un sacerdote mejicano, fallecido el 7 de marzo de 2015 a la edad de 87 años. Tuvo noticia de lo que estaba sucediendo de San Sebastián de Garabandal ya en el año 1965, con las apariciones en su recta final. Consiguió pasar alrededor de tres meses en Garabandal ese mismo año estudiando los fenómenos, entrevistando a las niñas, a sus padres y hermanos y a numerosos testigos. Vivió el sorprendente restablecimiento de un sobrino (puede leer el relato aquí) —que había sido ya desahuciado por los médicos— y cuya curación él siempre atribuyó a la Virgen de Garabandal. Desde entonces y hasta su muerte trabajó por la difusión de los mensajes de Garabandal.
Como el fiel hijo de la Iglesia que era, antes de hablar de Garabandal en una diócesis, solicitaba el permiso de los obispos titulares. Gracias a eso, conservamos una serie de documentos de un enorme interés, porque dan fe de la buena acogida que los obispos mejicanos dieron al mensaje de Garabandal. También nos aportan importantes datos acerca de las referencias que tenían sobre los hechos y que les movían a abrir su diócesis al trabajo del P. Morelos.
Así nos lo demuestra esta carta —fechada el 8 de julio de 1966— en la que Su Excelencia Mons. Manuel Pío López, Arzobispo de Jalapa, aprueba y bendice la difusión de los mensajes de Garabandal en su diócesis. Y lo hace, en primer lugar, por el mismo contenido de los mensajes, a los que considera «oportunas, útiles y saludables amonestaciones para obtener la salvación eterna». Y, en segundo lugar, por el testimonio de Mons. Philippi, oficial de la Sagrada Congregación de la Defensa de la Fe.
Este es el texto de la carta que pueden contrastar con el original escaneado.
R. P. Gustavo Morelos
PRESENTE
Estimado Padre:
Teniendo en cuenta las indicaciones de la Santa Sede y del Exmo. Ordinario de Santander (España), así como lo prescrito por el Código de Derecho Canónico, aprobamos y bendecimos la publicación del Mensaje de la Stma. Virgen en Garabandal en nuestra Arquidiócesis, sabiendo que, a la luz de la Divina Revelación, nos urge la necesidad de la oración y del sacrificio, del culto a la sagrada Eucaristía y a la Stma. Virgen María, y la obediencia, amor y adhesión filial al Vicario de Cristo y a la Sta. Iglesia.
Por consiguiente, no encontramos en este mensaje, atribuido a la Stma. Virgen, nada contrario a la fe y a las costumbres, y sí oportunas, útiles y saludables amonestaciones para obtener la salvación eterna.
La obediencia en acatar pronta y filialmente las disposiciones de la Iglesia, han sido la característica de las personas que han sido favorecidas en estas apariciones y, por tanto, es una clave segura para todos, de que Dios está aquí.
La prudencia de la Santa Iglesia en relación a este importante asunto se ha manifestado en el estudio atento y pastoral vigilancia, y de ninguna manera, en prohibición y rechazo del mismo.
Uno de los Oficiales de la Sagrada Congregación de la Defensa de La Fe, Mons. Philippi, declaró al Revdo. Padre Elías, Superior del Carmelo en la ciudad de Puebla, que lo consultó en Roma sobre las apariciones de la Stma. Virgen en Garabandal, que el hecho de que el P. Pío, reconocido por su virtud, ciencia y adhesión a la Santa Sede, apruebe estas apariciones, y aliente a las cuatro niñas videntes a propagar el Mensaje de la Stma. Virgen, es una prueba de la veracidad de las mismas.
Dado en Jalapa de la Inmaculada, 8 de julio de 1966.
Manuel Pío López, Arzobispo de Jalapa